miércoles, 20 de noviembre de 2013

CINCO PANES DE CEBADA



En este libro titulado "Cinco panes de Cebada" se relata la historia de Muriel, una joven maestra de Pamplona con las oposiciones recientemente aprobadas. Ella siempre ha soñado con trabajar en una escuela moderna, bonita y nueva donde los niños esten dispuestos a aprender. Pero ella se lleva una decepción cuando la destinan a un pequeño pueblo de montaña en la región de Navarra llamado" Beirechea ". Allí se encuentra con una escuela vieja, rudimentaria y estropeada, unos alumnos que poco interés tienen fuera de sus tareas en el campo y unos aldeanos insensibles a la cultura. Van pasando los meses y Muriel va haciendo amistad con la gente del pueblo y así se va sintiendo integrada a aquel rincón montañoso, a su gente y a sus costumbres.





La autora de este libro es Lucía Baquedano, una autora nacida en Pamplona en 1938 que comenzó a escribir desde niña. Estudió secretariado y trabajó durante 9 años como secretaria, hasta que contrajo matrimonio y se trasladó a Tarragona. Publicó esta obra en 1981, la primera en ver la luz de cuantas escribió. Con  Cinco panes de cebada quedó finalista en el "Premio Gran Angular" en 1979.


Personalmente opino que esta obra nos muestra que no todo sale como esperábamos y no por ello tenemos que enfadarnos con el mundo sino que tener que aceptar y afrontar las diferentes situaciones que se nos van presentando a lo largo de la vida.

Por una parte entiendo a Muriel, ya que si yo hubiera estado en su lugar y me hubieran destinado a un pueblo perdido me parecería un cambio muy grande ya que se trata de un cambio muy grande si estas acostumbrada a la ciudad.

A parte de esto, una de las conclusiones que he sacado de este libro es que con trabajo y esfuerzo, todo se puede conseguir. Al principio del libro, Muriel se siente desorientada y perdida, pero esto no le lleva a abandonar. Ella aceptó el reto, siguió adelante y se adaptó a los cambios que se han producido en los últimos días de su vida. Esto le ayudó a ver el mundo de otra forma a como lo veía hasta ese momento. Podemos decir que el personaje de Muriel ha evolucionado a lo largo de la obra,  ya que tiene una gran fuerza de voluntad e iniciativa que le permite llevar a adelante el colegio y ayuda a su mejora con algunas de sus ideas como la de montar una biblioteca, pintar el colegio o preocuparse por sus alumnos.
Una de las cosas con las que me quedo del libro es la identificación con Muriel, ya que me puede pasar a mí en un futuro una situación como en la que se ha encontrado, y este libro me ayuda a comprender como ha podido superarlo con esfuerzo y trabajo y ha seguido adelante.


La obra nos enseña que no hay que ser egoístas ni desagradecidos, que siembre se debe hacer el bien a los demás y no solo esperar el bien propio. Y que jamás se debe juzgar las cosas por su apariencia sino que hay que conocerlas primero, si no es así nos perderemos muchas experiencias que nos pueden ayudar a crecer y formarnos  como personas. Todo esto queda recogido de una manera muy clara en uno de los últimos párrafos del libro:

"Sembraríamos cebada con nuestras manos. Cebada porque de cebada eran los cinco panes que Cristo multiplicó y queríamos que esa tierra nos recordara siempre que todos tenemos algo que podemos dar, aunque algo sea tan sólo unos insignificantes panes de cebada". (Pag. 175)

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